El 25 de junio de 1950 se disputó en la Ciudad Autónoma de Melilla, en el estadio Álvarez Claro, el penúltimo encuentro de la 2ª Fase de la Tercera División Grupo 2, entre la UD Melilla y la UD Las Palmas, con victoria de los locales por 2-0.

Al ser un partido tan lejano los medios periodísticos no mandaron ningún enviado especial a cubrir aquel partido, por lo que hubo de hacer el seguimiento a través de la emisión radiofónica. La emisión radiofónica en aquellos momentos estaba comenzando a llegar, pero sufría de falta de calidad suficiente para que pudiera llegar hasta Canarias con nitidez, por lo que sufría cortes y defectos de audición, lo que justifica plenamente el hecho que le contamos.

El partido a pesar de la derrota fue una fiesta para la UD Las Palmas y sus aficionados debido a que la victoria del SD Ceuta por 2-0 sobre el Imperial CF de Murcia daba la clasificación matemática para ascender a la Segunda División Nacional para la siguiente temporada de 1950-1951, por lo que se había logrado el primer gran objetivo del club recién creado. Por primera vez en la historia del futbol español un equipo canario iba a militar en esta categoría.

En dicho partido y debido a la mala calidad de la retrasmisión radiofónica se dio como hecho cierto que se había señalado un penalty a favor de la UD antes de que finalizara la primera mitad. Este penalty fue ejecutado por Nicolás que lo erró lanzándolo fuera del marco melillense, esta fue la crónica.

La extrañeza por quién resultó el ejecutor de la pena máxima era mayúscula, ya que el encargado habitual del lanzamiento de los penaltis era Peñita con su gran zurda, desde el mismo momento que este jugador se incorporó a la disciplina del equipo, por lo que estando presente en el terreno de juego resultaba muy extraño que no fuera éste el encargado de realizar el lanzamiento.

La aclaración no llegó hasta el viernes siguiente (publicado en la prensa local del sábado 1 de julio) cuando nuestros representantes llegaron a la Isla de regreso, ya que en medio se disputó el jueves 29 el encuentro con SD Ceuta, último de esta fase. En declaraciones a la prensa de Jesús Navarro Mazotti y de Carmelo Campos se aclara que no existió tal penalty, que se trataba de una falta al borde del área que ejecutó Nicolás y que además consiguió un golazo de disparo magnifico que con posterioridad fue anulado por el colegiado de la contienda alegando que la falta era indirecta.

A continuación, la crónica del partido reflejada en el periódico de Melilla “El Telegrama del RIF” el día 26 de junio de 1950, lunes.